Las lesiones de la cabeza son una de las causas más frecuentes de discapacidad y muerte en adultos. La lesión puede consistir en un simple golpe, una contusión o un corte en la cabeza, o en una afectación moderada o grave debido a un traumatismo importante, un corte profundo, una fractura de alguno de los huesos del cráneo o una hemorragia interna que pueda producir daños cerebrales o cerebelosos.
"Lesión de la cabeza" es un término muy amplio que describe toda una serie de lesiones que se producen en el cuero cabelludo, el cráneo, el encéfalo, los tejidos subyacentes y los vasos sanguíneos de la cabeza. Las lesiones de la cabeza también pueden recibir los nombres de lesión cerebral o de traumatismo craneoencefálico en función de la gravedad del daño que se haya producido en la cabeza.
Existen muchas causas de lesión de la cabeza, tanto en los niños como en los adultos. Se producen generalmente como resultado de accidentes de tráfico, agresiones, caídas, accidentes domésticos o laborales.
El paciente puede presentar distintos síntomas en función de la gravedad de la lesión, pudiendo clasificarse éstas de la siguiente manera:
- Conmoción: es una lesión por vibración intensa del cerebro. Una persona que tiene una conmoción, sufre con frecuencia un desmayo de corta duración. Es posible que, después de la lesión, la persona se encuentre desorientada y que pierda la visión o el equilibrio.
- Contusión cerebral: hematoma en el tejido cerebral. El sangrado que se produce provoca hinchazón y un incremento en la presión dentro del cráneo, pudiendo presentar además la presión arterial alta, las pupilas dilatadas, el pulso lento y respiración anormal.
- Fractura de cráneo: ocurre cuando el cráneo se parte. A veces, los bordes de los huesos rotos del cráneo cortan el cerebro y provocan sangrado u otras lesiones. Los síntomas suelen incluir alteración de la sensibilidad en la zona, hinchazón, deformidad del cráneo, hematoma…
- Hematoma: sangrado dentro de la cavidad craneal que se acumula y se coagula. Es posible que no muestre síntomas durante días o incluso semanas, pero hay que alertarse ante la aparición de comportamientos extraños, dolores de cabeza, problemas de equilibrio o vómitos tras un golpe en la cabeza.
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